Al sexo
anal se lo ha considerado durante mucho tiempo como algo tabú, casi “anti natural”. Inclusive muchos creen, erradamente, que fomenta las tendencias
homosexuales. Lo cierto es que, en los últimos años, se ha convertido en una
práctica cada vez más frecuente. Pero así y todo, muchas mujeres se niegan a
realizarlo.
Por alguna razón, se ha instaurado la creencia que esta práctica puede causar dolor o que puede ser peligrosa, cuando en realidad no son más que mitos o anécdotas de mujeres que han tenido malas experiencias.
La realidad es que el 66% de las mujeres no logran tener orgasmos vaginales y tal vez están negando la posibilidad de lograrlo mediante el sexo anal, ya que le permite al hombre manipular el punto G de la mujer desde diferentes ángulos.
Por alguna razón, se ha instaurado la creencia que esta práctica puede causar dolor o que puede ser peligrosa, cuando en realidad no son más que mitos o anécdotas de mujeres que han tenido malas experiencias.
La realidad es que el 66% de las mujeres no logran tener orgasmos vaginales y tal vez están negando la posibilidad de lograrlo mediante el sexo anal, ya que le permite al hombre manipular el punto G de la mujer desde diferentes ángulos.
Fisiológicamente, todos los músculos y
terminaciones nerviosas presentes en el acto sexual incluyen al ano. Cuando el
ano esta bien estimulado, su borde se transforma en una parte muy sensible, que
genera sensaciones placenteras con solo acariciarlo o besarlo. Sin necesidad de
introducir nada.
Para evitar cualquier tipo de mala
experiencia, es aconsejable tener en cuenta las siguientes recomendaciones.
Estos son algunos consejos que podrían
seguir las parejas para que esta práctica sea placentera, satisfactoria y
excitante.
Como esta zona del cuerpo no produce
lubricación natural, se recomienda el uso de lubricantes, puede ser silicona o
simplemente agua. No son aconsejables los lubricantes con aceites, ya que
pueden dañar el látex del preservativo. Por otro lado, los geles íntimos
tienden a adormecer la zona, ya que si bien no se va a sentir dolor, tampoco
sentirá las sensaciones placenteras del acto.
Es fundamental que ambos estén
tranquilos y con ganas de hacerlo; no es recomendable intentarlo si la
mujer esta con dudas o si se siente obligada, ya que psicológicamente va a
tensionar la zona y probablemente el dolor sea inevitable, y lo mas seguro es
que ella no quiera volver a intentarlo nuevamente.
Los juegos previos son fundamentales.
Las caricias juegan un papel muy importante para “preparar el terreno”. Lo
ideal es comenzar la estimulación con besos suaves en la zona y al mismo tiempo
acariciar el clítoris. La penetración debe comenzar de a poco. Se pude usar un
dedo o consolador anal con punta fina, para ir ensanchando paulatinamente la
zona. Esto, acompañado por una adecuada lubricación, logrará que la penetración
sea placentera y no genere dolor ni molestias.
Con respecto a las posturas, lo
importante es que ambos estén cómodos para poder disfrutar. Si bien la mas
clásica para este practica es la de “en cuatro”, puede ser válida cualquier
otra postura: parados, de costado, inclusive la del "misionero”.
La encargada de los movimientos debe ser
la persona que está siendo penetrada. Esto le permitirá poder
controlar los impulsos y, en el caso de estar incómoda con la posición o
sentir algún tipo de dolor, poder interrumpir el acto.
Lo importante es que se haga con
convencimiento y respeto, sin tener que hacerlo por obligación para agradar o
cumplir con el deseo del otro. Como en todo, cada persona tiene sus tiempos,
sus curiosidades y sus necesidades. TU SEX SHOP DISCRETO Y DE CONFIANZA DIVERCLIMAX.COM

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